Arte Egipcio

El arte egipcio es toda aquella expresión artística desarrollada durante la edad antigua en Egipto.

Las gigantescas construcciones de la civilización egipcia, las pirámides, reflejan la estructura jerárquica de esta sociedad.

Fue una civilización donde la figura del soberano coincidía con la de Dios, y las características que se otorgaban al arte eran, principalmente, aquellas que glorificaban al soberano, al faraón. La mayor parte de la producción artística se destinaba, por lo tanto, al servicio del templo y también del palacio.

El tradicionalismo del antiguo arte oriental se caracteriza por la lentitud de su evolución y la longevidad de sus singulares tendencias estilísticas.

Se intentaba evitar las innovaciones artísticas, del mismo modo que se temía cualquier otro tipo de cambios o reformas.

Los sacerdotes divinizaban a los reyes, para que quedasen en el ámbito de su propia autoridad; al mismo tiempo los reyes ofrecían templos a los dioses y a los sacerdotes: todos buscaban en el arte un aliado para la conservación del poder. Para poder aproximarse a lo divino, este arte evitaba el carácter transitorio de los individuos y plasmaba una forma estereotipada y atemporal. Incluso las escenas que reproducían momentos de la vida cotidiana estaban en relación con la fe en la inmortalidad y, por supuesto, con el culto a los muertos.

Los grandes talleres anexos al palacio y al templo eran las escuelas en las que se formaban las nuevas generaciones de artistas.

Esto explica el singular academicismo del arte egipcio, que le aseguraba un altísimo nivel, pero también un gran carácter estereotipado.

Mientras los pintores y los escultores permanecían en el anonimato, por el hecho de realizar una actividad manual, a los arquitectos se les reconocía la cualidad intelectual de su trabajo y se les otorgaba una cierta relevancia social.

En el arte egipcio la estatua era, por encima de todo, el monumento de un rey y en segundo lugar la representación de un individuo. Solamente el hombre sin rango podía ser plasmado como era realmente.

Entre todos estos principios formales del Próximo Oriente y especialmente de Egipto, el de la frontalidad era sin duda el más característico, que respondía a un tabú social: no se quería cortar la figura (en especial la del faraón).

Por este mismo principio, si una figura se concebía lateralmente, se disponía con la cabeza de perfil, el busto de frente y las piernas nuevamente de perfil.

Se pueden resumir todos estos aspectos en las siguientes características:

Características

  • El arte egipcio es, por lo general, colosal, es decir, se trata de arte de grandes dimensiones usualmente pirámides y monumentos.
  • Mediante el arte se buscaba inmortalizar a los faraones y a la nobleza.
  • Las figuras artísticas eran producidas por mandato de la nobleza, por lo que se trata de un arte para nada autónomo, de la misma manera, al ser un arte subordinado del Estado, hace que este sea homogéneo y monótono.
  • Se valoraba más la precisión y el acabado que la originalidad.
  • Las figuras están diseñadas para ser vistas de frente mientras que el cuerpo para ser visto de perfil. Las pinturas y esculturas se representaban de frente por respeto (frontalismo).
  • Los rostros se representaban sin expresiones ya que tomaban muy en cuenta que las emociones eran algo fugaz, y lo que se buscaba era inmortalizar al objeto del arte.
  • Los arquitectos eran reconocidos por su trabajo, y tenían una posición más elevada en la jerarquía social, mientras que los pintores y artesanos, debido a su actividad manual, permanecían en el anonimato.
  • Durante los primeros periodos del Antiguo Egipto solo la nobleza tenía acceso al arte mientras que el resto de la población no, y a medida que se avanzaba hacia las siguientes etapas, el arte empezó a producirse en mayor cantidad y menor escala, aunque ya no de tan impecable calidad como al inicio.

Arquitectura

La arquitectura del Antiguo Egipto se destacaba por ser monumental, y, al ser una cultura que concedía mucha importancia a la muerte, es de esperar que sus construcciones más importantes y de mayor abundancia fueran las tumbas. Sin embargo, distinguimos 2 tipos de construcciones: las tumbas y los templos.

Y a su vez, se identifican cuatro tipos de tumbas:

  • Las mastabas: Son las manifestaciones artísticas más antiguas y es el antecedente de las pirámides. En su interior hay un pozo ciego sobre el que se construye un edificio casi macizo con forma de paralelepípedo con alguna habitación adornada con relieves. Las más importante son las de Sakkara.
  • Pirámides escalonadas: Se trata de una especie de transición entre la mastaba y la pirámide. La pirámide de Zoser, en Sakkara, se construyó a partir de la superposición de cinco mastabas de tamaño decreciente. Si construimos varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide escalonada, como la de Zoser, faraón de la Tercera Dinastía y residente también en Sakkara, el cual contrató los servicios de Inhotep para realizar su tumba, algo que iba a convertirse en una costumbre: el faraón moraría para siempre en su tumba-casa eterna.
  • Pirámides: Su función era ser la tumba del faraón.  Las pirámides estaban recubiertas en su superficie con placas de alabastro y en su interior hay varias cámaras y corredores. Una de estas cámaras era el sepulcro del monarca (todas las cámaras funerarias fueron saqueadas antes del nacimiento de Cristo) y las otras eran provisionales y falsas. Para intentar evitar el saqueo se diseñaban pasadizos laberínticos y las cámaras se sellaban con enormes bloques de piedra. Todas estas pirámides tenían un templo exterior situado cerca del río (para aportar vida a la muerte) y comunicado con ellas por una avenida. Por ejemplo, el templo de la pirámide de Kefrén es la esfinge de Guizah (Gizeh).
  • Tumbas Hipogeas: Son una mezcla de tumbas y templos. La parte que conforma la tumba es una parte excavada en la roca y la otra parte, la parte exterior, se trata de un pórtico arquitrabado y salas con pilares.

Los templos estaban construidos de piedra y su construcción tenía un fin simbólico, representar la casa de Dios. Al principio eran simples monumentos funerarios para los faraones, posteriormente evolucionaron para ser construidos como edificios de culto.

Mastabas

A partir de la III dinastía se construyó la necrópolis de Saqqarah o Sakkara, al oeste de la ciudad de Memfis, en el Delta, donde estaban enterrados los altos funcionarios. Se implanto entonces la mastaba como modelo de tumba, aumentando progresivamente el tamaño y la complejidad. Las mastabas son sepulturas excavadas en el suelo rocoso, sobre las que se construye una sala con muros de ladrillo en talud, decorados en su interior con bajorrelieves.

Pirámides Egipcias

El fundador de la IV dinastía, Snefru, mando a construir cuatro pirámides.

La primera de ellas, al sur de Gizeh, paso por diferentes etapas constructivas hasta que se cubrió cada uno de sus lados por un plano liso.

Esta forma piramidal tan característica responde simbólicamente a la consolidación definitiva del rey como divinidad.

Además, se crearon varias construcciones vinculadas a la cámara sepulcral propiamente dicha.

Las pirámides de Dahshur ilustran otros tanteos en la búsqueda de una formula arquitectónica con función funeraria.

Allí se encuentra la pirámide quebrada, cuyos lados poseen dos ángulos de inclinación, y la pirámide modelo, la más antigua de las conservadas en la actualidad, con los planos resueltos en forma triangular, aunque sus lados sean isósceles y no equiláteros.

El conjunto de pirámides de mayor tamaño se encuentra en Gizeh y fue levantado por los faraones Keops, Kefrén y Micerinos durante la IV dinastía. Estas pirámides no son sino la parte más visible de todo un conjunto funerario que incluye dos templos, uno situado en la parte oriental de la pirámide (templo funerario), y otro en la orilla del río (templo del valle), unidos ambos por un corredor y con la protección de un recinto amurallado. Junto a las pirámides está, a enorme tamaño, la Esfinge de Gizeh, labrada en roca.

La pirámide de Keops es la «pirámide» de Egipto por excelencia, la más monumental de las tres. Está construida sobre una base de un cuadrado de 230 metros de lado y 147 metros de altura. La orientación de cada uno de los lados se corresponde con un punto cardinal. En el interior de la pirámide hay tres cámaras sepulcrales desiguales, como resultado de diferentes modificaciones realizadas a lo largo de su construcción. Hay unanimidad respecto a que las pirámides se construyeron utilizando rampas paralelas a cada uno de los lados por las que se subían los materiales.

Estas rampas, hechas de fango y grava, se prolongaban según las necesidades de crecimiento de la construcción y, una vez finalizada esta, se retiraban para dejar la forma arquitectónica desnuda. Durante la V dinastía se construyeron otras pirámides en Abusir y en Saqqarah, a imitación de las de Gizeh y con la misma distribución del conjunto funerario, pero con material de ladrillo y de un tamaño mucho menor También en el Imperio Medio, durante la XII dinastía, se construyeron pirámides de ladrillo, cubiertas con planchas de piedra caliza de las que apenas quedan restos.

Más tarde, entre los años 750 y 350 a. C., los reyes etíopes construyeron más de ciento ochenta pirámides en Nubia.

Son construcciones que se agrupan del mismo modo en que se distribuyen las chozas de una aldea africana. La grandeza de Gizeh se había perdido para siempre, no se volvieron a construir tumbas semejantes a las del Imperio Antiguo.

Escultura

Durante el Antiguo Egipto, el escultor, debido a su actividad manual, se mantenía en el anonimato y no se le permitía libertad creativa.

Los materiales más utilizados son la piedra, granito, madera y el bronce. Para los ojos de muchas de las esculturas se utilizaba la obsidiana que se trataba de una piedra negra volcánica y para la córnea el marfil.

La escultura estaba sujeta a la religión y todas las obras tenían un fin utilitario y no estético. Las esculturas eran inexpresivas y solemnes, se las representaba de frente por respeto (frontalismo) si se trataba de bulto redondo y de perfil si es relieve. A continuación, profundizamos sobre los dos tipos de esculturas predominantes:

Estatuas o Bulto Redondo

Este tipo de esculturas son las que más abundaban, eran rígidas, estáticas, y, debido a la intención de inmortalizar al faraón y a las divinidades por la eternidad, esta no debía expresar emociones ni sentimientos ya que era sabido que estos eran fugaces. Los brazos se mantenían pegaos al cuerpo y se utilizaba caliza, madera policromada, granito o basalto en los ojos para acentuar la profundidad de la mirada.

Las esculturas de aspecto mas natural eran aquellas no oficiales que buscaban representar a los escribas o cortesanos.

De entre los ejemplos más importantes destacan las esculturas de Rahotep y su esposa Nefret, del Imperio Antiguo y realizadas en piedra calcárea pintada, las de algunos otros faraones como Kefrén o Micerino, la de algunos escribas como el que se conserva en el museo del Louvre, datado en la V Dinastía y de sólo 53 cms de altura.

Relieve

La finalidad del relieve era resaltar las hazañas del faraón y plasmar la vida cotidiana de los egipcios, generalmente mediante escenas que involucraban agricultura.

Las imágenes estaban plasmadas acorde a la Ley de la Frontalidad, es decir, era representadas desde una perspectiva plana y para verse desde un único punto de vista, de frente. Las técnicas empleadas eran las del rehundido (incisión en la piedra) y la del relieve.

Todas las figuras eran simétricas, del mismo tamaño y ordenadas secuencialmente en una hilera horizontal, procurando no dejar ningún espacio vacío. Las figuras excepcionalmente grandes eran las del faraón, esto con el propósito de enfatizar su poder.

Pintura

La pintura fue un complemento a la escultura y arquitectura cuya intención era reproducir el mundo en las tumbas para ayudar a los muertos en su camino a la eternidad, aunque también cumplía una función decorativa.

Las características de las pinturas egipcias eran básicamente las mismas que el arte relieve, es decir, los temas eran religiosos, costumbristas, de cacería o de agricultura, con las mismas leyes, de idealización, ley de la frontalidad, hieratismo y de perspectivas jerárquicas, es decir, las figuras más importantes a mayor tamaño.

Respecto a los colores, no disponían de muchas tonalidades debido a que el medio de donde los obtenían era local. Los principales colores eran:

  • Negro: Obtenido del carbón
  • Blanco: Obtenido del yeso y la piedra caliza.
  • Amarillo: Obtenido mediante la mezcla de óxidos de hierro y otros minerales.
  • Rojo: Obtenido de la hematita en forma terrosa que abundaba bastante en Egipto por lo que era fácil de conseguir.
  • Verde: Obtenido de minerales como la malaquita o crisocola.
  • Azul: Obtenido de la azurita.

El resto de colores utilizados durante esta época se obtenían mediante mezclas.

Etapas durante el Antiguo Egipto

En la historia del arte egipcio se distinguen cuatro etapas:

El arte en la primera dinastía

La época de la primera dinastía abarco los años 3150 a. C hasta 2613 a. C. El equilibrio y la simetría fueron las principales características de esta época. Dichos aspectos se manifestaron en la paleta de Narmer que narra la victoria del faraón Narmer frente a sus enemigos, victoria “celebrada por los dioses”. La paleta celebraba la unificación del Alto y Bajo Egipto.

Otro de los grandes trabajos de este periodo es la escultura de Zoser.

Durante esta etapa, gracias al poder político del estado y la estabilidad económica, se destacan las obras monumentales como la pirámide de Guiza, la Esfinge, tumbas bastante elaboradas y pintura en templos. Por otro lado, el Obelisco, desarrollado en la Primera Dinastía, se perfecciono.

Sin embargo, toda expresión artística durante esta época era por mandato del Estado, razón por la cual la mayoría de las piezas artísticas eran provenientes de esta etapa son similares, la nobleza ordenaba las obras y determinaban su estilo.

Arte en el Primer Período Intermedio

Fue una etapa oscura y la cultura estaba en decadencia, aspecto que se manifestó en el arte ya que los trabajos eran de baja calidad y no hubo proyectos monumentales. La baja calidad se debió a la ausencia de un gobierno central fuerte y la escasez de obras debido al mandato del Estado

Esta etapa se caracterizó como una época de caos y obscuridad, el arte de este tiempo se utilizó para demostrar tal descontentó. Este argumento se basaba, en la interpretación de los trabajos de esta edad; eran de baja calidad y no existían proyectos de edificios monumentales, de tal forma se evidenció que la cultura egipcia estaba en decadencia y se dirigía a la anarquía y la ruptura. En realidad, el Primer Período Intermedio fue una época de crecimiento espectacular y cambio cultural. El resultado de la baja calidad en las piezas fue a la falta de un fuerte gobierno central y la escasez de obras debido a la mínima demanda de arte de Estado.

La ausencia de arte monumental se puede atribuir a que el Antiguo Reino vació el tesoro del Estado, por lo que no hubo recursos disponibles.

Sin embargo, hubo un surgimiento masivo de artesanías y arte a menor escala en general, tales como: amuletos, ataúdes, cerámica y muñecas Shabti.

Las muñecas Shabti eran objetos que se enterraban con el difunto, se pensaba que permitían que el alma se relajara en el más allá, y, una vez llegados al otro mundo, esta se hacía cargo de sus responsabilidades.

Arte en el Imperio Medio.

La duración de esta etapa fue de 2040 a 1782 a. C. Durante este periodo se veneraba el trabajo del Antiguo Imperio y hubo un claro intento de reflejarlo. Las obras se desatacaban por su sofisticación y los temas explorados. Se lo considera como el punto alto de la cultura egipcia.

Las obras más relevantes de este periodo son la tumba de Mentuhotep II, pinturas, joyería, estatuas y bustos construidos con mucha precisión y detalle.

El arte fue más accesible a la gente del pueblo a diferencia del periodo antiguo.

La literatura hace hincapié en el presente y la vida terrenal, aspecto que se manifestó en el arte mediante obras menos idealizadas y más reales, se reconocía a las emociones como fugaces, razón misma por la que el arte egipcio es inexpresivo, ya que no se quería materializar una imagen eterna de sí mismos sino la existencia completa.

Arte en el Segundo Período Intermedio/Nuevo Reino

Se continuaron con las tradiciones del Nuevo Reino, aunque cada vez menos efectivas. Los artistas más habilidosos trabajaban para la nobleza y los menos diestros para el pueblo. Esta etapa se caracteriza por ser desorganizada y caótica.

El arte más recurrente de este periodo son las pinturas en tumbas, estatuas, relieves en templos, pectorales, tocados y joyería de alta calidad. Las obras más famosas son el busto de Nefertiti y la máscara mortuoria de oro de Tutankamón.


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