Arte Paleolítico

Este periodo tuvo lugar hace aproximadamente 120 000 años, entre el fin del último periodo interglaciar y los inicios de la glaciación Würm, hace unos 85 000 años. Durante este periodo el clima de Europa fue menos severo por lo que la población humana se incrementó, representada por el Homo sapiens neanderthalensis.

La vida doméstica se desarrolló y también nuevas tecnologías para la fabricación de instrumentos líticos. También surgieron las primeras creencias religiosas.        

La caza fue el principal medio de subsistencia del hombre, hecho que ha sido corroborado por la infinidad de restos óseos de fauna que se han hallado en el curso de las excavaciones paleolíticas. Además, en este período tuvo lugar una especialización de la caza, tanto en lo que se refiere a las técnicas como a las especies animales capturadas.

Durante el Paleolítico medio aparecieron los ritos funerarios y el hombre empezó a enterrar a sus muertos, aunque estos ritos eran todavía extremadamente sencillos.

El arte nació en la fase final del Paleolítico, hace 32 000 años. El autor fue Cromagnon quien enterraba a sus muertos con ofrendas rituales.

El arte es una manifestación espiritual y metafísica que sin lugar a dudas distingue al ser humano de los animales. Una de las primeras manifestaciones del ser humano respecto al arte son las representaciones de manos en las paredes de las cuevas, presentes tanto en Europa como América. El primer arte monumental apareció en la cueva de Lascaux, en Montignac (Dordoña, Francia). Este conjunto pictórico comprende ciervos, bisontes, caballos, felinos, toros, etcétera. También son muy importantes las pinturas de la cueva de Altamira, en Cantabria (España).

Cueva de Lascaux, Francia

El propósito del arte

Durante el Paleolítico la sociedad estaba compuesta, en su mayoría, por cazadores que vivían de forma aislada y con una débil cohesión social. Practicaban, además, una economía de subsistencia, es decir, no producían el alimento que consumían.

La finalidad del arte durante este periodo era de representar al animal objeto de caza para facilitar su captura. Las representaciones eran incluso más específicas, ya que el animal real sufría las mismas “heridas” que el animal pintado. A esto se lo denomino “magia simpática”, que consistía en representar aquello que se quería alcanzar, es decir, que mediante la representación de la imagen de lo que se quiere conseguir se puede influir en el destino. Se trata de una práctica basada en creencias metafísicas.

Con el mismo fin se representaban figuras femeninas sensuales y de aspecto maternal, con enormes senos y vientres, denominadas figuras esteatopígicas. Entre las más conocidas: la Venus de Willendorf, que expresa un deseo profundo y obsesivo, tanto de fertilidad, como de protección hacia la madre.

Tipos de arte durante la prehistoria

Durante la prehistoria, las manifestaciones artísticas se pueden clasificar en dos clases:

Arte Parietal

Se entiende como arte parietal al arte inmóvil ya que esta inserto en el entorno natural al que corresponde (pared de cueva o roca al aire libre).

Cueva de Gargas, Francia

Arte Mueble o Mobiliar

Por otro lado, el arte mobiliar o arte mueble es aquel que puede ser transportado, en este tipo de arte el soporte esta desligado de su origen y utiliza soporte como huesos, marfil, piedra, barro o cualquier otro material transportable.

Venus de Willendorf

En el arte mueble de esta etapa encontramos plaquetas grabadas, venus, adornos y arpones.

Técnicas artísticas durante el paleolítico

Se distinguen tres técnicas durante esta etapa:

  • Pintura: Se usaron colores naturales, extraídos de tierras y arcillas, y aglutinantes como la sangre o la grasa animal, llegaron a conseguir una policromía bastante amplia, a pesar de que nunca se emplearon los colores azules y verdes. La gama cromática comprende las tonalidades marrones, amarillas, rojas y negras y, excepcionalmente, el color blanco.
  • Grabado: Suele encontrarse en las zonas más próximas a la entrada de las cavernas y es mas frecuente en el arte mueble.
  • Relieve: Por lo general se aprovechaba el relieve natural de la roca, retocándolo más o menos, para dar volumen a una figuración animal. Esporádicamente, aparecen figuras modeladas en arcilla, pero los ejemplos son muy escasos. En este apartado se incluyen también los grabados hechos con los dedos sobre el barro o la arcilla húmeda.

En ocasiones, el grabado se une a la pintura para reforzar algunos detalles. Las incisiones, más o menos profundas y anchas, se efectuaban con buriles. En muchos casos se trata de líneas tan finas que solo resultan visibles con luz rasante, mientras que otras veces son surcos gruesos y profundos.

En el relieve existen tres tipos de distinciones:

  • Altorelieve: Son aquellas figuras esculpidas que resaltan del plano o muro, por lo general mas de la mitad de su volumen.
  • Bajorlieve: La figura sobresale muy poco del muro o superficie, menos de la mitad de su grosor.
  • Bulto redondo: Son figuras esculpidas en tres dimensiones y aisladas en el espacio, de manera que pueden transportarse.

Las representaciones en relieve son más corrientes en el arte mueble que en el parietal, pero también se dan en este último caso.

Mientras que en el primero se manifiestan como pequeñas figuras que rematan útiles de hueso o, incluso, esculturas en bulto redondo, en el parietal suelen ser bajorrelieves.

En más de un caso se ha aprovechado un relieve natural de la roca, retocándolo más o menos, para dar volumen a una figuración animal. Esporádicamente, aparecen figuras modeladas en arcilla, pero los ejemplos son muy escasos.

Modelos del Paleolítico

Los animales fueron los modelos favoritos de estos artistas, casi el 80% del arte correspondiente a esta época son representaciones de animales, aunque también aparecen signos y, en menor medida, representaciones humanas.

Aislados o en grupo, estáticos o en movimiento, pastando o huyendo, sanos o heridos, los animales son muy abundantes tanto en el arte mueble como en el parietal. Bisontes, caballos, ciervos y jabalíes son los más frecuentes.

El caballo es muy abundante, uno de los más bellos ejemplares se encuentra grabado en la roca del abrigo de Commarque (Dordoña, Francia). En este abrigo existe un gran relieve que reproduce la cabeza de un caballo, que mide casi dos metros.

El bisonte sigue al caballo en cuanto al número de representaciones. Destacan los famosos ejemplares de bisontes de la cueva de Altamira (Cantabria, España).

Otro bóvido muy representado es el uro o toro salvaje. Los ejemplares más gráciles se encuentran en la cueva de Lascaux (Montignac, Francia).

La cabra montesa aparece con frecuencia en el arte rupestre. En Francia, hay representaciones pictóricas en Pair-non-Pair y en la cueva de Ebbou (Ardeche, Francia).

En la península Ibérica también existen ejemplares en la cueva de El Castillo (Cantabria, España).

El reno es el animal del que suelen hallarse mayor número de huesos en los yacimientos arqueológicos, de ahí que el Paleolítico se denomine también «Edad del Reno».

Las astas de este animal se utilizaban frecuentemente para la fabricación de herramientas, que solían decorarse con grabados. Las reproducciones de ciervos con exageradas Representación de un reno en las cuevas de Monte Castillo, cornamentas son típicas de la zona del mar Cantábrico.

En la cueva de Lascaux, en Montignac (Dordoña, Francia), hay numerosas figuras de ellos.

El mamut es otro de los animales típicamente prehistóricos, hallándose en la cueva de Rouffignac (Dordoña, Francia) más de un centenar de ejemplares, realizados en trazos negros de gran soltura.

Los peces, en cambio, suelen por lo general representarse en el arte mobiliar. También existen representaciones de signos y símbolos, de discutible interpretación, con formas muy variadas, creando conjuntos homogéneos o mezclados con animales o seres humanos, que ofrecen un variado repertorio: puntuaciones en serie, líneas verticales u oblicuas, rectángulos cuadriculados (tectiformes), óvalos con una línea central (vulvas), etcétera.

El conjunto de las representaciones humanas es el más escaso dentro de este arte.

Solo aparecen seres humanos realizados por medio de grabado o de figuras de bulto redondo -rarísima vez en pintura- y con menos realismo que los animales. Mientras que en las figuras masculinas se han señalado los rasgos faciales (ojos, boca), es muy raro en las femeninas: solo la cabecita de la Venus de Brassempouy (Grotte du Pape, Brassempouy, Francia) muestra la nariz y las cejas.


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